Como muchos usuarios de Xbox 360 aún en el 2023, noté que mi consola se calentaba demasiado cuando la usaba durante largas horas. Incluso después de haber limpiado los ventiladores y haberla mantenido en una posición ventilada, seguía sobrecalentándose. Decidí investigar más a fondo y descubrí que el problema podía ser causado por situaciones de obsolescencia programada.
Buscando por todas partes soluciones, encontré un tutorial en YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=gR0NGY0YNP4) que detallaba cómo reparar el problema de sobrecalentamiento en la Xbox 360. El tutorial mostraba cómo desmontar la consola, retirar la placa base, desoldar y retirar las resistencias dañadas. También se recomendaba cambiar la pasta térmica de la CPU y del GPU para mejorar la refrigeración.
A pesar de que no tenía mucha experiencia en la reparación de consolas, decidí seguir los pasos del tutorial y comprar las herramientas necesarias para la reparación. Con un poco de paciencia y cuidado, logré desmontar la consola y retirar la placa base. Usando un soldador y flux, desoldé las resistencias dañadas puesto que daban valores erróneos al testearlas con el multimetro digital. También limpié la CPU y el GPU y apliqué nueva pasta térmica antes de volver a ensamblar la consola. Para mi asombro funcionó mejor que nueva. Apliqué un par de variaciones al sistema operativo en cuanto a la velocidad del ventilador y eso fue todo.
Después de haber reparado mi Xbox 360, puse a prueba la consola por largas horas y comprobé que ya no se sobrecalentaba como antes. Estaba muy feliz de haber logrado vencer a la obsolescencia programada y de haber salvado mi consola del temido “anillo rojo de la muerte”. Es una consola muy interesante puesto que para la época funciona muy bien como mediacenter, posibilidades para trabajar en red y para aplicaciones de streaming, aparte de tener una buena biblioteca de la historia de los videojuegos.
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